martes, 13 de diciembre de 2011

La esencia de un desconocido.

 "Las estrellas están pero no están. No lo sé, no lo sabemos, no sabemos si están o no ahí. Las estrellas no duran infinitamente, no cuentan con la eternidad. Aún al morir las podemos percibir, su luz viajera nos permite percibirlas. Quizás la que estoy viendo en este momento no exista; desde el primer momento, nunca estuvo. No es cuestión de imaginación, nada de eso. No estoy imaginando una estrella porque está de verdad, claro, está, la veo, pero quizás no exista. Así debería formularlo: Aparenta ser algo que no es. Su luz viaja a unos 300.000km/s, su tiempo y el mío son cosmológicamente imposible de encontrarse. Hay un solo universo (creo), asique el lugar no lo cuestiono, las agujas y sus andares sí. Me pregunto si la estrella es solo vacío... ¿De dónde sale tanta luz si parece ser un simple espacio negro, oscuro, lejano? Suena impersonal, solitario... Ella no se detiene en mí, pero yo la detecto. Un ida sin vuelta. Tienen colores además, cada una se destaca a su manera, en la policromía celestial una sola llamó mi atención. ¿Por su color? ¿Por su luz? ¿Por su tamaño? No lo se. Quizás sea mas fácil quedarse con la luna; es grande, luminosa y blanca. Para ser franca, nada de eso le pertenece. La luz se la da el sol; el tamaño la cercanía a la tierra; el color... no tiene. Alcanzar la luna suena imposible, pero más aún una estrella a km y km de distancia. Supongo que elijo soñar, sufrir e intentar antes que quedarme en la mediocridad de lo accesible, lo fácil, o simplemente, lo primero que veo. "Me pregunto -dijo el Principito- si las estrellas están encendidas a fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día". Espero nunca te apagues, para comprobar que no solo te veo y estás, sino que existís. Algo en vos me atrae y no se qué significa."

Cacu Barros

No hay comentarios: